Y sin embargo, ni tus caderas, ni tu corazón. Lo que me llevó, lo que pensaba en ese momento fue algo totalmente diferente, totalmente incomprensible. Y mi comportamiento también, como habrás notado, fue ajeno. Te habrás percatado, si al menos tenes menos de un octavo de la inteligencia que pensé que tenías, que no era yo, si me tenías ganas a mí, lamento haberte defraudado- o quizá, lamento haberte hecho ilusionar, porque no se me mueve ni un pelo al que te sientas defraudada-, y si sólo querías mi cuerpo, a buena hora!.
Sin embargo espero que comprendas que ha sido- a mi pesar- la única vez que pasará algo como lo que ha pasado, comprenderás que jamás fue mi intención, comprenderás que Renzo me esperaba en el auto y deseaba yo, alejarme de toda esa charlatanería de gata en celo.
Sin embargo Renzo no lo notó y bajó del auto, como invitándonos a continuar lo que ni había empezado. Y ahí vino ellá, vino todo este mugroso año, vino esa piedra que me comprime el pecho desde hace tantos meses, y más aún, vino esto que está pasandome, que no comprendo, pero que me llena de pánico, ilusiones, confusión y alegría, pero por sobre todas las cosas, una sucia angustia de saber qué pàsa y no querer admitirlo.
Todo eso me llevó a quitarme toda la mierda de encima, de decir “Qué carajo!, tengo que seguir, tengo que continuar mi vida!” y me llevo a pensar que esa trillada y fácilmente utilizable frase quería decir algo, me llevó a pensar que debía continuar, que debía quitarme todo este peso de encima. Mientras que lo único que era esa frase era una escusa para probar qué pasaba, para dejarme convencer por tu estúpido susurro que me invitaba a “conocerte”.
Que idiota, si sólo fue movimiento!, no hubo ni una pizca de exitación, digamos, si vinieran muñecos inflables a pilas, seguro que hubiera sido lo mismo para vos!. Oh!, incluso quizá el muñeco lo hubiera disfrutado más que yo, porque al fin y al cabo, ese es su único fin, y quién sería más feliz que el que cumple una y otra vez con un estúpido movimiento mecánico el único fin que tiene en su vida?.
No te voy a mentir, podría haber sido peor. Me podría haber gustado y eso hubiera hecho que me confundiera con vos o boludeces de esas que me pasan seguido, pero por suerte no me gustó, y al menos tengo en claro que someterme a esta clase de “sacarse las ganas” no me sirve demasiado.
¿Por qué?, desde el punto de vista de un hombre normal estaría genial, sería tan feliz, tan perfecto. O como decía pinocho- mi amigo, no el muñeco- “el sueño del pibe”. Sí, sin embargo este pibe no piensa así.
Creo que lo que faltó acá fue un motivo, creo que lo que faltó acá es algo que me atrajera a todo esto. Porque, como diríamos más relajados, te regalaste. No hubo en mi ni una gota de sudor, ningún grado de fuerza por conseguir nada. Quizá si te hubiera pretendido de antes, si se me hubiese cruzado por la cabeza que podías ser algo más que alguien que tomaba cervezas con nosotros, hubiese tenido más emoción. Pero no. Creo que con una muñeca inflable, la hubiera pasado mejor, porque, dado el caso, yo hubiera buscado a la muñeca para sacarme las ganas. A vos ni te busqué ni tenía ganas en ese momento.
Quizá todo esto lo pienso porque no me lo esperaba, porque no estaba en mis planes nada de eso en una noche, quizá lo pienso porque la extraño y todavía no me encuentro con esta situación, o simplemente será que de a poquito, me estoy volviendo gay.